La principal utilidad de los elevadores de corto recorrido es superar obstáculos de cortos pero, de otra manera, insalvables para personas con movilidad reducida, con un desnivel máximo de 3 metros. Se suelen instalar en edificios o zonas públicas, proporcionando la accesibilidad requerida y en la mayoría de las ocasiones, integrándose perfectamente con el entorno.